Levanta el ánimo con un poco de teoría del color.
Tal vez te acabas de mudar y quieres darle tu toque a esas paredes en blanco, o tal vez simplemente te cansaste de ver los mismos tonos todos los días y te decidiste por renovarlos. Cualquiera que sea la razón por la que iniciarás la búsqueda de un nuevo color, el hecho es que deben ser los perfectos para cada espacio de tu hogar. Colores que te hagan sentir bien. ¿Nuestro secreto para elegirlo? Piensa en la sensación que quieres crear para cada espacio, y con un poco de ayuda de la teoría del color los tonos que elijas no solo le darán un nuevo aire a hogar, sino que también aumentarán tu bienestar emocional.
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Colores para tu habitación. Cálida y relajada.
Cuando se trata del espacio que tenemos destinado para descansar, los colores relajantes infundirán un aura de calma y paz, ideales para una buena noche de descanso. Tonos con toques de azul o verde te ofrecerán la sensación fresca pero tranquila de una tarde lluviosa en casa, mientras que los neutros claros y rosa arenosos se sentirán gentiles y con un toque adicional de romance, ideal para parejas. Si quieres arriesgarte un poco más, considera un gris intenso, que creará una atmósfera acogedora con algo de dramatismo.
Colores para el comedor. Elegante y atractivo.
Brindis, celebraciones y risas son de lo que están hechos los grandes comedores. Inspira la conversación a través de colores familiares pero modernos, los cuales despertarán los sentidos de tus invitados mientras creas un ambiente hogareño. Puedes optar por un tono azul oscuro que evoque la sensación de un cielo nocturno, o un tono arena que aproveche la luz del día creando amplitud y cenas cálidas e íntimas.
Colores para la sala. Netflix & Chill.
El espacio más transitado de tu hogar marca la pauta para una variedad de usos, desde una noche de cine hasta cócteles con tus amigos. Naturalmente, tiene sentido elegir colores versátiles y con sentido de pertenencia. Los neutros cálidos harán de tu sala un espacio acogedor, o evoca la naturaleza con agradables azules verdosos para crear una sensación de armonía y vida. ¿Quién no ama eso?
Colores para el baño. Fresco y limpio.
Ultra limpio y resplandeciente, así es como preferimos el baño, con algunos toques para promover una atmósfera tipo spa. Para mantenerlo fresco, te sugerimos un blanco brillante, atemporal y refrescante, para una verdadera sensación de serenidad, o un azul hielo, suave para los sentidos y tan vigorizante como un exfoliante de sal marina. Si buscas también darle un poco de amplitud, puedes optar por un blanco cremoso, reconfortante y clásico, que combinará con cualquier estilo de baño y reflejará la luz haciéndolo brillar.
Colores para la cocina. Alegre y atemporal.
El primer lugar en el que nos encontramos temprano en la mañana. Dale una dosis de alegría al comienzo de cada día con colores frescos y radiantes, que incluso en la noche harán que cocinar y limpiar se sientan menos como una tarea. Últimamente, tonos suaves y sofisticados, apenas notables, estan apareciendo para hacer que la cocina esté en sintonía con el resto de tu hogar. Y no te olvides de los muebles. La madera pintada aportará una sensación fresca y moderna en tonos grises, o la sacudida de un shot de espresso atenuado por las notas especiadas de un té en tonos marrones y piedra. Justo lo que recetó el doctor.
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